I.A



sábado, 21 de junio de 2008

Inconvenientes de la Inteligencia Artificial

El problema del conocimiento humano es que es —en gran parte— implícito, tácito e intuitivo, fruto de la integración de las percepciones, de la cultura y de la información contenida en su material genético. Guardarlo no es lo difícil; lo complicado es poder adquirirlo, representarlo y organizarlo adecuadamente.

Otro problema adicional es que no es estático, ya que se modifica con el transcurso del tiempo. En efecto, la experiencia directa transforma a la persona, moldeando su estructura de conocimientos y sus esquemas de pensamiento. Es necesario encontrar formas adecuadas para actualizar todo el "saber”, para que la nueva pieza de información "fluya en cascada” a lo largo de la vasta red de conocimientos interconectados.

Para que un sistema artificial sea considerado inteligente tendría que ser capaz de mejorar su comportamiento de forma incremental, tanto aceptando consejos del usuario como aprendiendo a partir de su propia experiencia.

Por último, está el problema de la extracción de la información pertinente; es decir, distinguir lo crucial de lo trivial. La red de conocimientos debe estar organizada de manera tal que el sistema no sólo pueda encontrar cada elemento de información con facilidad, sino también que tenga alguna forma de saber qué hechos pueden ser concernientes para ayudar a resolver el problema en cuestión.

Para algunos investigadores, en vez de tener un modelo del mundo programado dentro de la máquina, es mejor que ésta lo pueda adquirir a través de su propia "experiencia perceptiva”.

Según el filósofo americano Hubert Dreyfus, sin un cuerpo material no se puede hablar de inteligencia general. En el ser humano, ésta se asienta sobre un organismo, un cuerpo que es extremadamente complejo: tiene percepciones, sentimientos y emociones desarrolladas a lo largo de millones de años de evolución.

Sin embargo, el acercamiento que predominó —hasta ahora— fue el de una inteligencia artificial descorporizada; es decir, máquinas sin cuerpo, aunque quizás puedan llegar a alcanzar la capacidad de razonamiento humana… o aun sobrepasarla holgadamente.

El enfoque basado en agentes considera que una inteligencia auténtica y genuina sólo es posible si el agente físico a) "está corporizado” (tiene un cuerpo y experimenta el entorno de manera directa), b) "está situado” (está inmerso dentro de un entorno tanto físico como social) y c) "desarrolla un proceso epigenético” (va desarrollando complejas estructuras cognitivas que emergen como resultado de su interacción dentro de un entorno físico y social).

Para interactuar con el medio ambiente el agente debe ser capaz de percibir, razonar y actuar. En otras palabras, debe poseer adecuados sensores que le permitan recolectar información (percibir); tiene que ser capaz de convertir esa información en conocimiento y poder utilizarlo para alcanzar sus objetivos (razonar); y debe disponer de apropiados efectores que le permitan modificar el entorno

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